Nació en Neuquén, Capital. Desde 2009 está en Polonia, con su esposo e hijos como misioneros. Fundaron tres iglesias y la primera latina en Varsovia. Nunca imaginó que asistiría a gente que escapa de una guerra de un país pegado al que ella vive. Casi, como recibirlos en la frontera y darle lo que mejor tiene para ofrecer.
Se llama Noelia Pecile, y está radicada con su familia, en Legionowo, una ciudad a 30 minutos del norte de Varsovia. "Esto de estar en el momento y lugar indicado te da un sentido de propósito y le encontrás explicaciones a muchas cosas, o por esto tenía que estar acá, pero también, la tristeza es muy grande porque la tarea es inabarcable y no alcanzan ni recursos ni manos", "Ayudás solo a algunos pero quedan otros sin alcanzar. La guerra es un sin sentido", dice.