Festeja el globo. Sigue subiendo. El que el domingo se infló con agua, hoy se infló con calor. Porque lo que quiere este Huracán es levantarse, caminar y crecer. Volver a ser el que fue. Y parece que la cosa va queriendo. El domingo debió oponerse a la intensa tormenta que azotó Buenos Aires; hoy al calor intenso de la ciudad de Formosa. Una aventura nueva para el equipo de Parque Patricios, que sabe de desafíos, resistencias y remadas contra la corriente.
El rival de jerarquía, Estudiantes de La Plata, le sumaba complejidad al escollo. Arrancó parejo el partido, con el Globo demostrando que no iba a esperar ni achicarse. Era historia o nada. Así, tuvo sus chances en el primer tiempo, aunque no pudo ponerse en ventaja. En el segundo, el Pincha intentó tomar protagonismo y lo logró. El ingresado Ezequiel Cerutti, tomó de aire un pase de Correa y a los 20 minutos puso en ventaja a los de Pellegrino. Pero Huracán reaccionó rápido. Combinación de Toranzo con Pity Martínez, que asistió a Wanchope Ábila y el 9 puso la paridad, tan solo 2 minutos después.
Con gran esfuerzo, los jugadores llegaron al final de los 90 minutos pensando en lo que les esperaba: los tiros del punto penal. Otra vez la situación límite, la adrenalina. Pero el Globo tiene un héroe. El Guardián del Parque, el gran Marcos Díaz; que atajó 3 penales (como con Banfield) y fue clave para el festejo y delirio final; cuando Chiche Arano convirtió el definitorio (fue 3 a 2). Allí explotó la alegría en un abrazo de todo el plantel, de frente a esa gente que viajó hasta Formosa para defender su pasión.
Los quemeros están en semifinales. A dos partidos de ganar la Copa, y de clasificar a la Libertadores 2015 (puede ser uno si River es finalista). Pero sobre todo, la gran satisfacción de este grupo es demostrar y demostrarse que aún es posible. El ascenso sigue siendo prioridad; pero la Copa se ve cada vez mas cerca.